Aun no ha tomado posesión Artur Mas como nuevo Presidente de la Generalitat de Catalunya y los problemas ya se le acumulan sobre la mesa. A la gravísima situación financiera que se sospecha que padece la Generalitat y al estado calamitoso de la red ferroviaria catalana se ha añadido en las ultimas horas un asunto inesperado y a la vez grave. El Tribunal Supremo ha admitido la demanada presentada por Convivencia Cívica Catalana, entidad apadrinada por el inefable Alejo Vidal Quadras, en defensa de tres padres que habían demandado a la Generalitat por negarles el derecho a educar a sus hijos en castellano. Dicha demanda fue desestimada por el TSJC y los demandantes apelaron al TS que definitivamente les ha dado la razón.
El TS ha emitiado su fallo aplicando la sentencia emitida por el Tribunal Constitucional sobre el Estatut de Catalunya el pasado mes de junio. En dicha sentencia el TC reinterpretó el Estatut cargándose el modelo de inmersión linguistica catalán al señalar que tanto el castellano como el catalán son lenguas vehiculares de la enseñanza en Catalunya. Por tanto el TC cambió su doctrina favorable al actual modelo para apostar por uno nuevo basado en la igualdad al 50% entre ambas lenguas. De hecho el actual gobierno socialista de España ya intentó cargárselo hace unos años al intentar introducir una tercera hora en castellano. Tras un importante forcejeo entre el PSC y ERC al final los republicanos ganaron la batalla y consiguieron que la Generalitat inaplicara el Decreto del Gobierno del Estado dejando a la libre elección de los centros escolares introducir la nueva hora o no.
El TS es la última instancia jurisdiccional que hay en España. Por tanto sus sentencias no pueden ser recurridas y han de ser cumplidas, a expensas de incurrir en un delito de desobediencia que podría abrir un nuevo, complicado y tortuos proceso. Eso es la explicación oficial, pero la verdad es que esta sentencia se puede incumplir sin que pase nada porque el modelo linguistico catalán está legalmente blindado en la Llei d'Educació de Catalunya (LEC) y recurrida por el PP habrá que esperar a que el TC dicte sentencia sobre la misma, pues es el único legitimado para hacerlo.
En todo caso digan lo que digan tanto el TS como el TC Catalunya no cumplirá las sentencias que obligan a acabar con nuestro modelo de inmersión linguistica. No lo haremos porque las consecuencias de hacerlo serían muy graves. La aplicación de la sentencia del TS supondría acabar con un modelo exitoso reconocido y elogiado desde la UE y por el informe PISA, uno de los mayores éxitos y avances de nuestro autogobierno que aseguró la recuperación de la lengua catalana tras el ostracismo franquista de 4 décadas de duración, la integración de la oleada migratoria procedente de otras partes de España durante el franquismo y la paz civil en Catalunya. Una sola Catalunya, una sola comunidad civil frente a la socedad dramáticamente partida en dos al estilo Ulster que podría haber surgido entre catalanes catalanófonos y catalanes castellanófonos. El nacimiento de este modelo bajo los primeros ogbiernos de CIU dirigidos por Jordi Pujol tuvo un doble objetivo: normalizar el uso social de la lengua catalana tras la prohibición franquista e integrar a importanes oleadas migratorias que no tenían ningún tipo de contacto con la realidad catalana. 30 años después se puede concluir que dicho modelo ha significado un éxito, tanto por su reconocimiento internacional como por sus resultados, pero debemos seguir adelante porque ahora hay que integrar a los inmigrantes procedentes de Suramérica, África, Asia ect...
CIU, PSC, ICV-EUIA, ERC y SI se han unido para defender el modelo catalán de inmersión linguistica, frente a PP que se limita a advertir de la necesidad de cumplir la sentencia y Ciutadans invluso ha ido más allá al amenazar al nuevo gobierno de CIU con llevarlo a los tribunales y denunciarlo por desobediencia si no cumple la sentencia. De cumplir sus amenazas Albert Rivera nos llevaría a un escenario bastante similar al ya experimentado en el País Vasco en otras ocasiones con sendos procesos judiciales que se abrieron a Juan Mari Atutxa y Juan José Ibarretxe respectivamente con resultados desiguales. CIU no ha buscado la confrontación, la buscan sistemáticamente PP, PSOE, Ciutadans, UPD... con sus provocaciones innecesarias. Pues bien, ¡si quieren controntación la tendrán!
El TS ha emitiado su fallo aplicando la sentencia emitida por el Tribunal Constitucional sobre el Estatut de Catalunya el pasado mes de junio. En dicha sentencia el TC reinterpretó el Estatut cargándose el modelo de inmersión linguistica catalán al señalar que tanto el castellano como el catalán son lenguas vehiculares de la enseñanza en Catalunya. Por tanto el TC cambió su doctrina favorable al actual modelo para apostar por uno nuevo basado en la igualdad al 50% entre ambas lenguas. De hecho el actual gobierno socialista de España ya intentó cargárselo hace unos años al intentar introducir una tercera hora en castellano. Tras un importante forcejeo entre el PSC y ERC al final los republicanos ganaron la batalla y consiguieron que la Generalitat inaplicara el Decreto del Gobierno del Estado dejando a la libre elección de los centros escolares introducir la nueva hora o no.
El TS es la última instancia jurisdiccional que hay en España. Por tanto sus sentencias no pueden ser recurridas y han de ser cumplidas, a expensas de incurrir en un delito de desobediencia que podría abrir un nuevo, complicado y tortuos proceso. Eso es la explicación oficial, pero la verdad es que esta sentencia se puede incumplir sin que pase nada porque el modelo linguistico catalán está legalmente blindado en la Llei d'Educació de Catalunya (LEC) y recurrida por el PP habrá que esperar a que el TC dicte sentencia sobre la misma, pues es el único legitimado para hacerlo.
En todo caso digan lo que digan tanto el TS como el TC Catalunya no cumplirá las sentencias que obligan a acabar con nuestro modelo de inmersión linguistica. No lo haremos porque las consecuencias de hacerlo serían muy graves. La aplicación de la sentencia del TS supondría acabar con un modelo exitoso reconocido y elogiado desde la UE y por el informe PISA, uno de los mayores éxitos y avances de nuestro autogobierno que aseguró la recuperación de la lengua catalana tras el ostracismo franquista de 4 décadas de duración, la integración de la oleada migratoria procedente de otras partes de España durante el franquismo y la paz civil en Catalunya. Una sola Catalunya, una sola comunidad civil frente a la socedad dramáticamente partida en dos al estilo Ulster que podría haber surgido entre catalanes catalanófonos y catalanes castellanófonos. El nacimiento de este modelo bajo los primeros ogbiernos de CIU dirigidos por Jordi Pujol tuvo un doble objetivo: normalizar el uso social de la lengua catalana tras la prohibición franquista e integrar a importanes oleadas migratorias que no tenían ningún tipo de contacto con la realidad catalana. 30 años después se puede concluir que dicho modelo ha significado un éxito, tanto por su reconocimiento internacional como por sus resultados, pero debemos seguir adelante porque ahora hay que integrar a los inmigrantes procedentes de Suramérica, África, Asia ect...
CIU, PSC, ICV-EUIA, ERC y SI se han unido para defender el modelo catalán de inmersión linguistica, frente a PP que se limita a advertir de la necesidad de cumplir la sentencia y Ciutadans invluso ha ido más allá al amenazar al nuevo gobierno de CIU con llevarlo a los tribunales y denunciarlo por desobediencia si no cumple la sentencia. De cumplir sus amenazas Albert Rivera nos llevaría a un escenario bastante similar al ya experimentado en el País Vasco en otras ocasiones con sendos procesos judiciales que se abrieron a Juan Mari Atutxa y Juan José Ibarretxe respectivamente con resultados desiguales. CIU no ha buscado la confrontación, la buscan sistemáticamente PP, PSOE, Ciutadans, UPD... con sus provocaciones innecesarias. Pues bien, ¡si quieren controntación la tendrán!
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