Hace pocos días se celebró en Santander el X Congreso del Partido Regionalista de Cantabria (PRC). Dicha cita congresual se saldó con la reelección de Miguel Ángel Revilla como líder del PRC y como candidato de la fornación regionalista a las elecciones al Parlamento cántabro que se celebrarán dentro de unos meses.
Pero la principal novedad de este cónclave no ha sido la reelección de Revilla sino la decisión que ha tomado el PRC de presentarse por primera vez en su historia a las próximas Elecciones Generales. Más que una novedad, este hecho supone un hito en la historia del pueblo cántabro en la larga carrera iniciada hace ya más de treinta años hacia el objetivo de convertirse en un pueblo plenamente desarrollado, capaz de desarrollar al máximo sus potencialidades. En 1976 bajo el liderazgo de Miguel Ángel Revilla se fundó la Asociación Para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC) que agrupaba a un grupo de personas quienes creían que había que acabar con la clásica subordinación de la popularmente conocida por los franquistas como provincia de Santander, el puerto de Castilla, a la también conocida por el régimen como Castilla la Vieja. La ADIC creía que los cántabros tenían personalidad propia y que la historia daba suficientes argumentos para ello, logrando durante la Transición democrática convencer a muchas personas hasta que finalmente consiguieron que ya no se hablara más de la provincia de Santander ni de su subordinación a Castilla la Vieja, sino de una Cantabria como una Comunidad Autónoma más y de los cántabros como uno más de los pueblos que forman el mosaico de esta España plurinacional y plurilingue que es nuestro país.
La ADIC reconvertida en PRD hacia 1979 logró que los cántabros recuperaran su dignidad: había nacido el pueblo cántabro como realidad tangible. Hacia 1983 se inició el largo camino hacia la vertebración de este pueblo reconocido y reencontrado a si mismo. A partir de entonces y durante un período de veinte años el PRC desempeñó un papel central en el tablero de juego cántabro determinando como tercera fuerza más votadamayorías de gobierno y participando en los mismos. Pero llegó un momento en el que los regionalistas valoraron su experiencia a lo largo de este período y llegaron a la conclusión de que su participación en el gobierno había sido claramente insuficiente para vertebrar, desarrollar y hacer avanzar a Cantabria. Ante este análisis corría el año 2003 y el PRC plantea una jugada magistral: Revilla decide cambiar de estrategia, ya está bien de hacer de bisagra y se presenta ante las elecciones asegurando que sólo pactará con quién le convierta en Presidente de Cantabria. PP y PSOE, especialmente PP, creen que va de farol y pese a que los populares ganan de nuevo las elecciones el PRC sube y obtiene los mejores resultados de su historia.
El PP creía que pasadas las elecciones el PRC volvería a la realidad para pactar con ellos y reelegir de nuevo a José Joaquín Martínez Sieso, pero no fue así: Revilla iba en serio y les dijo que quería ser Presidente. Las negociaciones fracasaron, pero el PSOE pese a tener mejores resultados que los regionalistas si se avinieron al acuerdo e hicieron presidente a Revilla. ¡Magistral jugada! Pese a seguir siendo tercera fuerza el PRC gobernaría Cantabria por primera vez y no se limitaría a actuar como una mera comparsa. Segundo hito en la historia de ese libro en blanco que los cántabros habían inaugurado en 1983, gran salto adelante que en 2007 situaría al PRC como segunda fuerza política de Cantabria con los mejores resultados de su historia. El pacto entre PRC y PSOE se reeditó y Revilla sigue a día de hoy como Presidente de Cantabria encarando su tercera legislatura, pero también su tercer hito en la historia del pueblo cántabro que sin duda va a tener una importancia clave en su desarrollo: que Cantabria tenga voz propia en Madrid. Es evidente que el pueblo cántabro está en desarrollo, que se está vertebrando, que avanza y quema etapas pues hasta no hace mucho desde el PRC no se consideraba necesario tener presencia en el Congreso o en el Senado. Se pensaba que el PP o el PSOE ya defendían bien los intereses de Cantabria y no se participaba en esas elecciones, pero visto que no es así Cantabria va hacia la consecución del tercer hito.
Queridos regionalistas cántabros: vuestro leal y sincero amigo catalán os desea mucha suerte en esta nueva etapa que vais a emprender.
La ADIC reconvertida en PRD hacia 1979 logró que los cántabros recuperaran su dignidad: había nacido el pueblo cántabro como realidad tangible. Hacia 1983 se inició el largo camino hacia la vertebración de este pueblo reconocido y reencontrado a si mismo. A partir de entonces y durante un período de veinte años el PRC desempeñó un papel central en el tablero de juego cántabro determinando como tercera fuerza más votadamayorías de gobierno y participando en los mismos. Pero llegó un momento en el que los regionalistas valoraron su experiencia a lo largo de este período y llegaron a la conclusión de que su participación en el gobierno había sido claramente insuficiente para vertebrar, desarrollar y hacer avanzar a Cantabria. Ante este análisis corría el año 2003 y el PRC plantea una jugada magistral: Revilla decide cambiar de estrategia, ya está bien de hacer de bisagra y se presenta ante las elecciones asegurando que sólo pactará con quién le convierta en Presidente de Cantabria. PP y PSOE, especialmente PP, creen que va de farol y pese a que los populares ganan de nuevo las elecciones el PRC sube y obtiene los mejores resultados de su historia.
El PP creía que pasadas las elecciones el PRC volvería a la realidad para pactar con ellos y reelegir de nuevo a José Joaquín Martínez Sieso, pero no fue así: Revilla iba en serio y les dijo que quería ser Presidente. Las negociaciones fracasaron, pero el PSOE pese a tener mejores resultados que los regionalistas si se avinieron al acuerdo e hicieron presidente a Revilla. ¡Magistral jugada! Pese a seguir siendo tercera fuerza el PRC gobernaría Cantabria por primera vez y no se limitaría a actuar como una mera comparsa. Segundo hito en la historia de ese libro en blanco que los cántabros habían inaugurado en 1983, gran salto adelante que en 2007 situaría al PRC como segunda fuerza política de Cantabria con los mejores resultados de su historia. El pacto entre PRC y PSOE se reeditó y Revilla sigue a día de hoy como Presidente de Cantabria encarando su tercera legislatura, pero también su tercer hito en la historia del pueblo cántabro que sin duda va a tener una importancia clave en su desarrollo: que Cantabria tenga voz propia en Madrid. Es evidente que el pueblo cántabro está en desarrollo, que se está vertebrando, que avanza y quema etapas pues hasta no hace mucho desde el PRC no se consideraba necesario tener presencia en el Congreso o en el Senado. Se pensaba que el PP o el PSOE ya defendían bien los intereses de Cantabria y no se participaba en esas elecciones, pero visto que no es así Cantabria va hacia la consecución del tercer hito.
Queridos regionalistas cántabros: vuestro leal y sincero amigo catalán os desea mucha suerte en esta nueva etapa que vais a emprender.
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