Finalmente tal y como se esperaba no ha habido sopresas y Alfredo Pérez Rubalcaba ha sido proclamado oficialmente candidato del PSOE a las próximas Elecciones Generales poniendo punto y final a la era Zapatero. Tras la espantada de Carme Chacón el anuncio de que el candidato socialista iba a ser elegido mediante un procedimiento de elecciones primarias ha quedado como agua de borrajas y como mera propaganda cosmética, pues ayudado por el aparato del partido Rubalcaba había presentado un numero exhorbitante de avales y el resto de posibles aspirantes no ha llegado ni de lejos al 20% de avales necesarios requeridos para poder aspirar a las primarias. Existía la posibilidad de que pudiera haber una sorpresa y que uno de los aspirantes pudiera recoger los avales necesarios como protesta ante la falsedad de unos comicios internos previamente decididos y cocinados. Pero no ha sido así y el resultado de ello ha sido que el PSOE ha dado la espalda al movimiento social de los indignados entre cuyas demandas se encuentra una mejora de la democracia interna en los partidos políticos. Solicitar avales para concurrir a un proceso de elección interna es antidemocrático pues al mismo debe aspirar cualquier militante: sin ningun tipo de filtros ni cortapisas.
Con respecto a Alfredo Pérez Rubalcaba es una persona de larga y dilatada trayectoria política que ha ocupado cargos de responsabilidad tanto en los gobiernos de Felipe González como de José Luís Rodríguez Zapatero. Y entonces como ahora su mayor protagonismo tuvo lugar en los momentos de mayor dificultad para ambos gobiernos, pero su actuación no se ha visto exenta de polémica como cuando tras los atentados del 11 de marzo de 2004 se le acusó de haber manipulado el clima emocional previo a la cita electoral con el objetivo de lograr la victoria de Zapatero. En los gobiernos de este ha tenido un papel clave en la lucha contra ETA siendo uno de los artífices del actual estado de debilitamiento de la banda terrorista. Y en medio de la descomposición de la etapa Zapatero se ha encontrado solo ante las adversas circunstancias como la persona más adecuada para hacerles frente, habida cuenta de su seriedad y experiencia frente a los miembros de la generación Zapatero. La mangintud del reto que debe afrontar es colosal y las posibilidades de darle un vuelco bastante escasas pues la herencia que Zapatero deja a Rubalcaba es muy dura y este no puede hacer ver como si no hubiera estado en sus gobiernos, pero si es capaz de presentar una propuesta original y creible en forma de enmienda a la totalidad a la etapa Zapatero aun puede tener esperanzas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario