Treinta años más tarde la Palma había desaparecido y los intelectuales que dieron origen al mallorquinismo por haber reivindicado de forma tímida, insegura y dubitativa la existencia del hecho diferencial balear habían fracasado estrepitosamente: la lengua propia de las Baleares no sólo había desaparecido sino que se había afirmado de manera rotunda al compás del movimiento literario compartido por Catalunya, Valencia y Baleares llamado Renaixença. Dicho movimiento había conseguido la recuperación del uso oficial de la lengua catalana tras siglos de ausencia a nivel escrito y supervivencia entre la población. En 1871 nace una nueva revista llamada Revista Balear que da luz a una segunda generación de intelectuales isleños que afirman sin complejos la definición de la lengua propia de las Baleares como lengua catalana, compartida con el resto de territorios de la Corona de Aragón, abogando por su uso en todos los campos del saber: Revista Balear ha de ser el instrumento que permita constituir la potencialidad balear en el conjunto de España. Josep Lluis Pons i Gallarza, Josep Tarongí, Marià Aguiló i Joan Alcover fueron los primeros en recuperar el uso literario y oficial de la lengua catalana al escribir en Revista Balear e incluso alguno de ellos como Tarongí fue mas allá al definirse como catalanes y catalanistas. Estos autores dan pie aun futuro que pasa por la integración de las Islas Baleares en Catalunya pero se sienten rechazados y despreciados por los literatos catalanes de la Renaixença que en el marco de las dificultades políticas por las que pasaba Catalunya en la I Republica se niegan a realizar la edición anual de los Juegos Florales en Palma. No será hasta 1888 cuando la contribución balear a la recuperación literaria de la lengua catalana se verá reconocida con el discurso del mallorquín Joan Alcover a la reina Maria Cristina en los Juegos Florales celebrados con motivo de la Exposición Universal de Barcelona.
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