En septiembre del pasado año la banda terrorista ETA emitió un comunicado en el que oficializó la situación de cese de actividad en la que llevaba varios meses sin realizar acciones violentas. En enero de este mismo año emitió un nuevo comunicado en el que declaró un alto al fuego permanente, unilateral y verificable. Poco después se supo que las actividades de cobro del impuesto revolucionario a los empresarios vascos y navarros, habituales en la banda terrorista, habían cesado automáticamente, hecho inusual pues en épocas de tregua habían seguido igualmente. Contra el criterio adoptado por el TS el TC sentenció la legalidad de la coalición Bildu formada por miembros de la antigua Batasuna, Eusko Alkartasuna y Alternatiba que pudo presentarse a las elecciones municipales y forales obteniendo resultados históricos, pues pudieron hacerse con el control de varias instituciones en las que nunca habían mandado como el ayuntamiento de San Sebastián y la Diputación Foral de Guipúzcoa. La legalización de Bildu supuso un auténtico retroceso con respecto a los logros que se han conseguido desde hace dos años en relación con la normalización del clima ciudadano en Euskadi y la dignidad de las víctimas de ETA, pues los homenajes a los presos, los carteles con sus fotos e incluso homenajes a los mismísimos etarras y actos de apoyo a la banda terrorista vuelven a ser normales en aquellos lugares en los que parecían haber desaparecido para siempre. Por primera vez en cuarenta años ETA había conseguido no solo tener presencia institucional sino incluso poder institucional. Este hecho era inaudito. Entonces ¿por qué seguir matando desde la clandestinidad si podían usar las instituciones guipuzcoanas para imponer su programa totalitario? En estas un buen día la entidad Elkarri, que pese a disfrazarse de movimiento pacifista no es más que uno de los tentáculos organizados por ETA para controlar la sociedad vasca desde su óptica fascista y totalitaria, organizó a bombo y platillo una autodenominada conferencia de paz en San Sebastián a la que invitaron a representantes de las distintas formaciones políticas así como agentes sociales y económicos con representatividad en Euskadi y Navarra. Ya habían organizado una conferencia de paz en 1995 que resultó un auténtico fracaso por su absoluta falta de legitimidad y representatividad, pero esta vez el evento adquirió una apariencia de inusitada relevancia habida cuenta de la presencia de personalidades internacionales del rango del ex secretario de la ONU Kofi Annan, del ex primer ministro irlandés Bertie Ahern, de la ex primera ministra noruega Gro Harlem Bruntland y del líder del Sinn Fein Gerry Adams. Finalmente además de las citadas personalidades internacionales a la conferencia de paz asistieron representantes de todas las formaciones políticas vascas salvo del PP y UPD así como el alcalde de San Sebastián y el presidente de la Diputación foral guipuzcoana ambos de Bildu. Nadie había llamado a todas esas personalidades internacionales, su presencia no había sido requerida en ningún momento ni por el gobierno vasco ni por el gobierno de España así que sólo estaban presentes allí en calidad de amanuenses de los terroristas que en base a su estrategia de internacionalización del conflicto les daban propaganda exterior a cambio de notables beneficios económicos extraídos del dinero de la extorsión. Pues bien los mercenarios de ETA cumplieron su papel a la perfección y al término de la conferencia leyeron una declaración en la que pedían a ETA una declaración anunciando el cese definitivo de la violencia (no su disolución) y en cambio exigían a los gobiernos español y francés la apertura de negociaciones con la banda terrorista para tratar acerca de las consecuencias del conflicto (situación de los presos, víctimas...). Asimismo pedían a los agentes políticos y sociales vascos y navarros la apertura de una mesa de diálogo para alcanzar un acuerdo político y celebrar una consulta a la ciudadanía sobre el mismo. Nada nuevo bajo el sol, en realidad los mediadores de mediadores tienen lo que yo tengo de bombero y más bien son unos mercenarios al dictado y sueldo de ETA que reproducen con palabras bonitas y amables la consabida teoría etarra de las dos mesas: la mesa técnica entre los terroristas y el Gobierno de España para tratar acerca de las consecuencias del conflicto y la mesa política entre las fuerzas políticas y sociales vasconavarras para acordar acerca de la independencia y la territorialidad (anexión de Navarra al País Vasco). En definitiva la autodenominada conferencia de paz resultó una auténtica humillación hacia las víctimas que tuvieron que sufrir una humillación más al ver como desde el exterior nadie se solidariza con ellas y personas a las que se supone una acreditada trayectoria internacional se manchan las manos de sangre al recibir el dinero con el que los terroristas extorsionan a la sociedad vasca y navarra.
Evidentmente todo estaba pactado, todo era una pamema. Dos días más tarde ETA emitía un comunicado en el que anunciaba el cese defintivo de la violencia sin mostrar el más mínimo atisbo de autocrítica ni de arrepentimiento por sus crímenes y se mostraba dispuesta a abrir negociaciones con los gobiernos de España y Francia para tratar acerca de las consecuencias del conflicto. ¿Si ETA es una asociación de malhechores nacida con el fin de matar para lograr mediante la violencia la consecución de unos ideales políticos por qué no se disuelve si ese fin desaparece? ¿No será que ese cese definitivo de la violencia es tan relativo y voluble como el famoso alto al fuego permanente y verificable de 2006? El Gobierno no tiene nada sobre que hablar con ETA puesto que los presos deben cumplir íntegramente sus condenas y tan sólo puede hablarse sobre aquellos que tengan enfermedades terminales o bien sobre un acercamiento de presos que en ningún caso sería masivo: que tengan claro los terroristas que las cárceles de España en ningún caso van a quedar vacías de etarras. Tampoco cabe ningún reconocimiento de víctimas etarras puesto que su numero es incomparablemente menor con respecto a las causadas por ellas y tan solo se puede tratar sobre aquellas que hayan sido asesinadas fruto de algún acto relacionado con el otro terrorismo de estado que hubo en una época muy concreta. Así pues lo único que tiene que hacer ETA es pedir perdón a las familias de las víctimas que han causado e indemnizarlas materialmente por ello, entregar las armas y anunciar su disolución. Que se enteren los terroristas que matar no les ha servido para nada.
Tampoco cabe crear ninguna mesa política para hablar de ningún tema político al margen de la voluntad mayoritaria de la ciudadanía vasca y navarra. Tanto Euskadi como Navarra disfrutan de sendos regímenes de autonomía que se cuentan entre los mejores y mejor desarrollados de España, con un nivel de bienestar, recursos y competencias incomparable, con un nivel económico y de desempleo europeos, con una situación general que podría definirse como bucólica si no hubiera sido por la lacra etarra. El destino de los vascos y los navarros lo fijan estos ejerciendo su derecho a sufragio en las elecciones, no tiene que acomodarse a lo que quiera ETA si esta forma una porción minoritaria de dichas sociedades. Dicho esto pese a que ETA no ha desaparecido y está probado, pese a lo que diga el TC, que los integrantes de Bildu estan subordinados a la banda terrorista y actúan a sus órdenes la coalición Amaiur (formada por Batasuna, EA, Alternatiba y Aralar) debería poder concurrir a las Elecciones Generales para que pueda comprobarse si realmente los acólitos de ETA están dispuestos a integrarse en el sistema y a defender sus ideas de independencia para Euskadi de forma democrática como el resto de partidos. Dicho esto si concurren a las elecciones y los ciudadanos deciden darles la legitimidad para gobernar y una mayoría necesaria para implementar su programa la independencia de Euskadi sería un hecho legítimo, aceptado por la mayoría de los vascos y legítima sería la convocatoria de un referéndum sobre dicha cuestión pero nunca porque haya que acabar con ETA como sea.
El problema es que nadie parece ver en Euskadi, en Catalunya y en el conjunto de España que la estrategia del complejo encabezado por ETA representa un auténtico proyecto totalitario impropio de la Europa del siglo XXI. Así pues el autor ve como las previsiones que había comentado a alguien hace unos años van cumpliendose inexorablemente: el proyecto diseñado por ETA se está cumpliendo inexorablemente. El modelo totalitario de la sociedad vasca diseñado por ETA se está cumpliendo inexorablemente al provocar la absorción paulatina de todos los proyectos y tradiciones del nacionalismo vasco diferentes a ellos salvo claro está y nada más faltaría el del hegemónico Partido Nacionalista Vasco al que los vascos han otorgado su confianza durante más de tres décadas y gracias a cuyos gobiernos Euskadi es hoy la sociedad avanzada que es. La primera víctima de la estrategia terrorista ha sido Eusko Alkartasuna formación nacida a partir de una traumática escisión del PNV y que tras haberse construido y consolidado un espacio propio durante años decidió primero volver a formar un espacio conjunto con el PNV para luego volver a construir un espacio propio a base de un independentismo civilizado (al estilo del de ERC en Catalunya) Dicha estrategia fracasó estrepitosamente en las pasadas elecciones y como resultado de ello EA se vio sumida en una gravísima crisis que la condujo a dar un insuitado viraje de la mano de su nuevo líder Pello Urízar hacia la batasunización, su sumisión a la banda terrorista y la pérdida de una intachable trayectoria democrática. Con la absorción de EA el primer paso de ETA hacia su modelo de sociedad totalitaria ya estaba cubierto. A continuación llegó la absorción de Alternatiba una pequeña formación independentista de izquierda radical nacida a partir de una escisión de EB cuya viabilidad en solitario era más que dudosa arrojándose también en brazos de ETA. Y por último le ha llegado el turno a Aralar formación nacida en 2001 a partir de una escisión de Batasuna en base a su rechazo de la violencia de ETA y que tras haber rechazado los cantos de sirena de Bildu ha acabado sucumbiendo al segundo intento de absorción protagonizado por Amaiur. Ahora ya solo les queda Ezker Batua que o bien la absorben directamente como las demás o ni siquiera eso pues EB está tan débil que probablemente sus militantes se pasen individualmente sin más al frente totalitario. Así pues en Euskadi se dibuja un escenario caracterizado por la bipolarización entre el PNV por un lado y ETA por otro mientras PP y PSE aparecen absolutamente débiles y fuera de juego. Una vez absorbidas todas las fuerzas de su mismo espectro ideológico el segundo punto del programa del frente totalitario es la conquista del poder en Euskadi y para ello necesitan derrotar al PNV. Si el frente totalitario lograra derrotar al PNV ya no tendría ningún límite para imponer su estrategia totalitaria y tras proclamar la independencia el País Vasco tendría el dudoso honor de convertirse en la única dictadura de Europa. Con un País Vasco independiente gobernado por ETA el país se convertiría en una dictadura comunista en la que los adversarios políticos serían sometidos al pelotón de fusilamiento (PNV) o bien forzados a exiliarse (PP y PSOE). Esto parece que no lo ve nadie, nadie ha visto que ETA ha logrado absorber y someter a las distintas fuerzas del nacionalismo vasco y ha pasado y nadie en el PNV ve que ETA va a por todas y que si no espabilan les comerán el terreno y en un abrir y cerrar de ojos se verán en el pelotón de fusilamiento. Nosotros no hemos estado matando durante cuarenta años para que vosotros estéis en las poltronas: Euskadi es independiente gracias a nosotros y somos nosotros quienes debemos mandar se encontrarán un día los del PNV que les dicen los etarras. Pero esto tampoco lo ven ninguno de los medios de la derecha mediática cuya idiocia les lleva a no despegar sus ojos de Catalunya ni tampoco el medio emblemático de la izquierda, la Cadena Ser, que está completamente en babia con Hoy es un gran día de Joan Manuel Serrat como banda sonora diaria. No se trata de que Eusakdi sea independiente o no, sino de que ETA deja las armas porque tiene posibilidades reales de hacerse con el poder y convertir Euskadi en una dictadura totalitaria parecida a la Albania de Enver Hohxa. Ahora aun estamos a tiempo de evitarlo, no vayamos a lamentarlo cuando ya sea demasiado tarde y no se pueda remediar.
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