miércoles, 7 de septiembre de 2011

Historia del nacionalismo balear (III): el nacimiento del regionalismo balear

El movimiento de recuperación de los signos de identidad balear pasó de una dimensión cultural a adquirir dimensión política en 1890. El creador del regionalismo balear fue Miquel dels Sants Oliver quien en 1880 fundó el diario La Almudaina desde cuyas páginas defendió la concesión de un régimen de autogobierno para las Islas Baleares independiente de Catalunya, pero sin perjuicio de la colaboración con el catalanismo para lograr la reforma del sistema político de la Restauración. Desde La Almudaina también fueron defendidas otras causas como la concesión de un régimen de concierto económico para el archipiélago balear o de un régimen de puerto franco para Palma de Mallorca. Dichas causas constituyen las primeras reivindicaciones del regionalismo balear frustradas todas ellas del mismo modo que la campaña impulsada en 1898 por Miquel dels Sants Oliver para lograr la creación de una fuerza política no sucursalista de carácter regionalista. Estos fracasos le llevaron a abandonar el archipiélago en 1903 para instalarse en Barcelona dónde desarrolló una fulgurante carrera a nivel periodístico, cultural y político que le condujo a integrarse en el catalansimo representado por la Lliga Regionalista de Francesc Cambó. De esta manera la marcha de Dels Sants Oliver supuso un durisimo golpe para el regionalismo balear que no se recuperó hasta 1917 con el surgimiento de un nuevo líder en la figura de Joan Estelrich.
Por otra parte los intelectuales de la Renaixença constituyeron una segunda tendencia de carácter catalanista que defendía la integración de Baleares en Catalunya. Su principal representante fue Gabriel Alomar quien discrepaba con Miquel dels Sants Oliver puesto que al contrario que este defendía que el archipiélago balear no estaba preparado para recibir un régimen de autogobierno puesto que antes era necesario seguir y profundizar con el proceso de recuperación cultural. Precisamente fueron los catalanistas quiees hicieron una mayor labor al respecto, pues en los últimos estertores del siglo XIX fundaron el periódico La veu de Mallorca logrando la extensión del uso de la lengua catalana al ámbito periodístico. En los primeros años del siglo XX la lengua catalana fue ganando presencia oficial situación contra la que se topó con el decreto Romanones de 1903 que prohibía el uso oficial de las lenguas vernáculas. A medida que fue pasando el tiempo los catalanistas mostraron una mayor identificación con la Lliga Regionalista.

Finalmente cabe destacar una tercera tendencia representada por el republicanismo federal que a diferencia de regionalistas y catalanistas sí que estaba vertebrados políticamente con el nombre de Unión Republicana. Este partido recogía el espíritu federalista representado por Pi y Margall durante la I Republica planteando el derrocamiento de la monarquía parlamentaria y por tanto la sustitución del sistema político de la Restauración por una República federal. Por tanto al igual que los regionalistas Unión Republicana defendía la concesión de un régimen de autonomía para las Islas Baleares pero se diferenciaba de ellos en el rechazo hacia el régimen monárquico, así como también se diferenciaba de los catalanistas por su rechazo hacia la integración del archipiélago en Catalunya. Sin embargo hacia principios del siglo XX los republicanos federales se acercaron a regionalistas y catalanistas moderando mucho sus posturas por considerar a ambas fuerzas comprometidas con el cambio del sistema político de la Restauración. De las tres tendencias mencionadas anteriormente los republicanos federales eran los únicos organizados políticamente y con posibilidades de hacer vencer sus tesis, pues eran la segunda fuerza del archipiélago por detrás de los liberales de Antoni Maura.

En 1917 se puede observar una fusión entre las tendencias regionalista y catalanista con la Lliga Regionalista de Cambó como referente. Joan Estelrich apuesta por la concesión de un régimen de autogobierno para Baleares como paso previo a una posterior integración en Catalunya. De esta manera el regionalismo balear se hallaba ya maduro para su vertebración política bajo la ayuda directa o indirecta de la Lliga Regionalista que tenía intención de expandir su proyecto más allá de Catalunya, mientras el partido de Cambó era el único que estaba en condiciones de orecer ayuda a los regionalistas para obrar su vertebración política.



No hay comentarios:

Publicar un comentario